La
semana pasada, a las puertas del Palacio de Congresos de Badajoz, en
un importante acto de la Universidad de Extremadura, pudieron
contarse aparcados encima de la acera, hasta diez coches oficiales de
algunos de los políticos más representativos de nuestra región.
El
problema como siempre, el aparcamiento, o la falta de espacio, y es
que la ciudadanía no deja de preguntarse cómo es posible que se
construya un Palacio de Congresos sin su propio aparcamiento.
En
esta ocasión nuestros políticos, accidentalmente, pudieron meterse
dentro del pellejo de los ciudadanos, quienes se las ven y se las
desean buscando desesperadamente un sitio donde aparcar sus
vehículos. Pero lamentablemente la Ley no es igual para todos.
Entre
otras cosas me pregunto donde estaría el "multacar", y sobre todo
donde habita el sentido común (el menos común de los sentidos) y la
vergüenza de nuestros políticos.
Ya
lo dice el refranero popular, que como buen refranero no se casa con
nadie, ni siquiera con los políticos. Hay que predicar con el
ejemplo... y no precisamente con el ejemplo contrario.
Audio del programa 03/02/2014
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