Antonio García Orio-Zabala rodeado de sus personajes del "Buenos Días" |
El día 1 de Abril de 1948 la historia del Diario HOY, o más bien la de
sus lectores, cambió para siempre. Antonio García Orio-Zabala publicaba su
primera columna en aquel “Buenos Días” con el que se ganó el corazón de los
extremeños durante las décadas del 50, 60 y 70.
Puede afirmarse que de una u otra forma también transformó la manera de enfrentarse a un artículo o crónica periodística en nuestra región. El seguimiento masivo de su columna no perseguía más que practicar cada mañana el siempre sano y recomendable ejercicio del entretenimiento y buen humor, práctica que no era tan habitual de encontrar en la prensa escrita diaria en aquella época.
Puede afirmarse que de una u otra forma también transformó la manera de enfrentarse a un artículo o crónica periodística en nuestra región. El seguimiento masivo de su columna no perseguía más que practicar cada mañana el siempre sano y recomendable ejercicio del entretenimiento y buen humor, práctica que no era tan habitual de encontrar en la prensa escrita diaria en aquella época.
Orio-Zabala, hombre irrepetible e inteligente, sabedor de que el buen
humor es el único oxígeno respirable, escondía dentro de la aparente inocencia
o superficialidad de sus cotidianas historias, alguna que otra crítica social y
económica, que en boca de sus personajes más conocidos resultaban tan
hilarantes como profundamente certeras y reflexivas.
La vida de Orio-Zabala señala inequívocamente parte de la historia
extremeña de aquella época, y así mismo es pieza casi imprescindible para
entender su realidad, circunstancia e incluso pensamiento. De inequívoca manera
también lo entiende así la familia García Calderón, hijos del famoso
periodista, quienes tuvieron la generosidad (y me atrevería a decir que el acierto) de donar el archivo
bibliográfico de su padre a la Biblioteca de Extremadura, la más destacada
Institución para velar por su conservación y difusión para con los extremeños y
el resto del mundo.
Joaquín González Manzanares, director de la BIEX, ha trabajado
incansablemente durante meses junto a su equipo en pos de la exposición que
para todos los extremeños se ha preparado en las instalaciones de la Biblioteca de Extremadura.
El jueves 13 de Junio, y no es casualidad que la fecha coincida
con el día de San Antonio, a las 20:00 H. tendrá lugar el importante acto en lo
que será la inauguración de la Exposición del archivo de Antonio GarcíaOrio-Zabala. Con la asistencia confirmada del alcalde de Badajoz Francisco
Javier Fragoso Martínez y el Director General de Promoción Cultural José
Antonio Agúndez García, intervendrán también Teresiano Rodríguez Núñez, ex
director del Diario HOY, Francisco Pedraja, Director de la Real Sociedad
Económica Amigos del País y Enrique García Calderón, hijo mayor del
homenajeado, periodista durante más de 40 años en HOY, y sin lugar a dudas una
de las mejores e irrepetibles plumas de la región.
En la pasada edición de la Feria del Libro de Badajoz, ya pudo
visitarse una breve muestra de lo que será esta exposición ampliada. Para la
ocasión, el Ayuntamiento de Badajoz junto a la Unión de Bibliófilos editó un
excelente catálogo en el que puede apreciarse una inmejorable semblanza de
Jesús García Calderón, hijo menor de Orio-Zabala, de recomendada y casi obligatoria lectura para
entender las circunstancias de una época: “Crónica y olvido de un maestro”.
Es curioso que, a pesar de no ostentar ningún tipo de rencor en su
corazón, la palabra “olvido” aparezca en la semblanza del hijo a su padre. Pero
innegable es también afirmar que, quizás por las circunstancias y cambios
radicales que, coincidiendo con su muerte, transformaron el país y nuestra
región a partir del año 1975, sí es cierto que quizás haya existido un
descuido, una inadvertencia, un pequeño extravío en la memoria de las
Instituciones, que no en el corazón de la mayoría de extremeños que siempre
recuerdan con cariño y generosas palabras su buen nombre.
González Manzanares, consciente de esta pequeña amnesia institucional,
ha sido el primero en empeñarse en impartir justicia, ahora que el tiempo, ese
puñetero fiscal implacable donde los haya, nos ofrece la perspectiva y la
posibilidad de echar la vista atrás, de comparar y recuperar una figura
imprescindible de la historia y la cultura extremeña.
Estoy plenamente convencido de que este no es sino el primer paso de otros que llegarán a enmendar ese imperdonable omisión en nuestros días. Sin duda el Ayuntamiento de Badajoz sabrá recompensar su legado con una calle con su nombre, y el Gobierno de Extremadura premiará también su labor a título póstumo.
Estoy plenamente convencido de que este no es sino el primer paso de otros que llegarán a enmendar ese imperdonable omisión en nuestros días. Sin duda el Ayuntamiento de Badajoz sabrá recompensar su legado con una calle con su nombre, y el Gobierno de Extremadura premiará también su labor a título póstumo.
Desde estas líneas no me queda más que agradecer de corazón tanto esta
como todas las generosas iniciativas que se prodiguen a partir de ahora, ya que
de una u otra manera la historia de Antonio García Orio-Zabala es
inevitablemente parte de la mía propia.
Anímense a recorrer y visionar en la Exposición una parte de lahistoria extremeña, a recordar algunos y a conocer otros cómo a través de un
artículo podíamos los extremeños saborear la primera taza de café con una
sonrisa, una carcajada o una profunda reflexión.
Me despido con un “¡Arriba la póliza!” con la tranquilidad que supone
que Ángel Ortiz, director de HOY, no será arrestado ni rapado al cero por
publicar este artículo, como le ocurrió a su homólogo Narciso Campillo, abuelo
de los excelentes músicos pacenses que componen el grupo pop extremeño “Tam Tam
Go!” por aquel jugoso “Patriotismo” que mi abuelo publicó el 7 de diciembre de
1950 en su “Buenos Días”.
En aquella ocasión, una vez más el humor se alió con la inteligencia, demostrando que aquel que pretende ser más papista que el propio Papa, y no sabe reírse de sí mismo, corre el riesgo de parecer el más simple y ridículo de los mortales.
En aquella ocasión, una vez más el humor se alió con la inteligencia, demostrando que aquel que pretende ser más papista que el propio Papa, y no sabe reírse de sí mismo, corre el riesgo de parecer el más simple y ridículo de los mortales.
Publicado en Diario HOY el 13/06/2013
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