De izquierda a Derecha Enrique Falcó, Luis Sáez, Ángel Ortiz,, Mª Isabel Pérez, Teresiano Rodríguez y M. Pecellín |
Desde
la aparición de la prensa escrita, su vinculación
con la literatura ha sido tan constante como inevitable.
Al
igual que con el cine o la música
podemos afirmar con toda rotundidad que están
obligadas a entenderse,
casi a recorrer un camino parejo de la mano salvando como buenamente
puedan las inclemencias del tiempo, o de los tiempos.
La
prensa en sí misma es toda literatura. Cada
día a través de las hojas de un periódico nos sumergimos en un mar
helado de diferentes géneros literarios con historias reales que
trascienden a seres humanos de carne y hueso.
También,
como no, podemos encontrarnos con escritores que nos adelantan
capítulos de sus inminentes publicaciones, o bien nos ofrecen
artículos de opinión, algunos de los cuales tornan a delicias
semánticas y pueden alcanzar la belleza de la rotundidad.
Así
pues si
tan evidente vinculación es inevitable, preguntémonos qué puede
hacer la prensa por la literatura,
por crear literatura. Cómo puede despertar a la musas que todo
escritor lleva dentro.
En
los suplementos o páginas literarias de nuestros diarios, y más del
que nos ocupa por cercanía, el Diario HOY, existe una totalidad de espacio
dedicado a la crítica y en menor medida algo de promoción, pero nada o casi nada
que fomente la creatividad.
La
crítica es importante,
y más si viene de excelentes críticos y analistas como el propio Manuel Pecellín o por ejemplo Enrique García Fuentes, autores de estudios soberbios
sobre la obra de otros escritores, pero no
me parece tan primordial como el fomento de la creatividad, que
debería ir destinada especialmente a los más jóvenes.
Unos
jóvenes a los que muchos estudios se empeñan en tildar de perezosos
a la hora de coger un libro, y que sin embargo devoran
cientos de miles de ejemplares cuando una historia o un personaje les
embauca
de alguna manera en la que sin embargo muchos autores clásicos no han tenido
igual suerte.
Pongamos como ejemplo los libros de Harry Potter, la saga Crepúsculo, Juego de Tronos o Los
Juegos del Hambre.
Quizás habría que estudiar la posibilidad de modificar o actualizar las lecturas obligatorias en Centros Educativos, aunque este es otro debate.
¿Cómo
puede fomentar el HOY la creatividad,
la creación literaria de los más jóvenes?
Para empezar se me ocurre que ofreciendo
un formato más atractivo y moderno, algo
que quizás poco a poco se va consiguiendo especialmente en lo que a
la edición digital respecta en detrimento del arcaico y aburrido papel.
Los
periódicos no deberían estar destinados sólo a mayores de 40 años,
los más jóvenes deberían de encontrar irremediablemente en él también su propio
espacio.
Los blogs o bitácoras,
el trato y la inmejorable cobertura que hoy.es ofrece, son quizás la
aportación más positiva y adecuada a esa creación literaria.
El blog de Carol Díaz, "Solita en Cáceres" es una prueba de ello. Muchos jóvenes se asoman a su blog para conocer las vicisitudes de su vida, y la mayoría pueden sentirse identificados con sus historias. No cabe duda que muchos de esos jóvenes atraídos por su blog acaban accediendo a otros contenidos que les pueda llamar la atención.
En los blogs del Diario HOY, algo
que Ángel Ortiz ha sabido potenciar con acierto
desde su llegada a la dirección, todos
los lectores pueden sentirse reflejados, y si no es así se les
invita a crear su propio blog, ofreciéndoles la posibilidad de otorgarle una inmejorable cobertura mediática.
La
constante utilización de las Redes
Sociales, los encuentros y entrevistas virtuales
son también herramientas de indudable utilidad para cumplir esta doble función lúdica que ofrece entretenimiento e interactividad.
Pero
no nos olvidemos del papel. Está
claro que no puede competir con la edición digital ni las redes
sociales en cuanto a información actualizada se refiere,
por ello debería centrarse en potenciar la inclusión de nuevos
articulistas y columnistas jóvenes o de espíritu joven,
para que traten en sus crónicas temas donde estos pudieran ver
reflejadas sus vida y circunstancias.
También
es cierto que es algo que va a más, se me ocurren los ejemplos de mi amigo "El poeta" Ángel Manuel Gómez Espada, J. López Lago, Antonio Armero, Pablo Calvo o más recientemente Willy (Angel Luis) López, quien realiza un recomendable ejercicio de deleite para los aficionados al deporte, cine y literatura, combinando estas en sus escritos de manera magistral.
Pero
aun así no lo considero suficiente.
Es
necesario mostrar noticias que lleguen a los más jóvenes, que les emocionen, que les animen a comprar un periódico y adentrarse en sus páginas. Sin ir más lejos, la noticia de un perro herido rescatado por un adolescente que ha conseguido reunir el dinero necesario para su operación, ha estado en boca en todos los Institutos de España, muestra inequívoca del interés de los adolescentes por tan singulares noticias.
También
sería positivo ofrecer
la posibilidad de publicar a base de concursos de relatos,
microrrelatos, cuentos, palabras encadenadas o suplementos, donde los
jóvenes puedan encontrar ese punto de encuentro que demandan,
y del que hoy por hoy lamentablemente no gozan.
En
definitiva, menos
política y economía, y más deporte, música y literatura.
Y sobre todo, menos
crítica literaria, y más posibilidades de publicar para los
jóvenes.
¡Qué los jóvenes no se sientan excluidos! ¡Qué no haya que tener 40 o 50 años
para publicar un artículo o lo que es peor, para comprenderlo!
Si
mi querido amigo Tintín fuera un joven periodista de nuestro tiempo, estoy
convencido de que su sentido de la responsabilidad le obligaría a
acabar fundando su propio periódico para los jóvenes, y no sé
vosotros, pero ¡Por el Cetro de Ottokar! yo me suscribiría aunque
tuviera que recoger mi ejemplar en Sildavia, en la Isla Negra o en la
mismísima luna. ¡Mil millones de mil millones de naufragios!
Intervención de Enrique Falcó en la Mesa Redonda "Literatura y Prensa" el 13/12/2013 en la Biblioteca de Extremadura (Badajoz).
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